Para que motives a tu hija o hijo a emprender, queremos mostrarte tres casos de éxito de mexicanos que empezaron muy temprano en sus vidas a crear sus propias startups.
Nadie dijo que emprender es tarea fácil. Al contrario, aquellas personas que quieren arrancar un negocio se enfrentan a muchos problemas. Para demostrarlo, el Observatorio Estratégico de la Alianza del Pacífico, el OEAP, en el 2019 organizó el estudio Brechas para el Emprendimiento en Alianza del Pacífico donde encontraron que la falta de financiamiento, preparación, tiempo y confianza, son los principales problemas a los que se enfrentan los emprendedores de Colombia, México, Perú y Chile.
Sin embargo, a pesar del miedo o la falta de apoyo, la lista de mexicanos emprendedores que lo han logrado está creciendo. Los ejemplos que te compartiremos hoy, son tres jóvenes muy exitosos en la que actualidad, pero que algún día del pasado fueron adolescentes con una perspectiva diferente de la carrera profesional y la inquietud de llevar hasta el final su proyecto.
Como explicamos en el artículo 5 hábitos que puedes inculcar en tus hijos para que sean emprendedores, una persona es emprendedora cuando inicia un proyecto, es constante hasta lograr el éxito y además beneficia a su comunidad. En ese sentido, ellos son un orgullo para su comunidad porque sus negocios abordan una causa social, humanitaria o ecológica imperante. Finalmente, son muestra clara de que los jóvenes adultos del país pueden hacer sus sueños realidad.
Tengamos presente que su trabajo no rindió frutos de la noche a la mañana, pues comenzaron a idear sus proyectos desde la carrera universitaria. Lo que nos hace saber que sembrar en los niños y adolescentes la semilla del emprendimiento podría hacer que México se llene de proyectos así de brillantes.
Como lo menciona el artículo Emprendimiento y la importancia de promoverlo en los menores publicado desde el blog de la Universidad Pontificia Bolivariana: «Fomentar esta práctica desde una edad temprana desarrolla la creatividad, la asertividad, la confianza y el pensamiento positivo».
Acá te contamos un poco sobre ellas y ellos así como la cronología de algunos de los pasos que recorrieron hasta llegar a acceder al Monte Olimpo de los emprendedores. Esto con la intención de que sirva de motivación para el adolescente más inquieto que tienes en casa, pero también para que los no inquietos, empiecen a inquiteras:
Javier Larragoiti: Xilinat y el sueño del maíz
Con 31 años es dueño de Xilinat, empresa que se encarga de comprar los desechos agrícolas de maíz que se generan en el campo, para hacer un sustituto de azúcar que es apto para personas diabéticas, protege contra las caries y contiene 40% menos calorías y 75% menos carbohidratos que el azúcar regular.
De acuerdo a la revista del Instituto de Tecnología de Massachusetts, MIT Technology Review en su apartado Innovadores menores de 35 años , el joven mexicano ideó este negocio después de ver cómo los agricultores suelen quemar los desechos de su siembra para liberar el espacio. El problema de esta práctica es la contaminación resultante, así como los problemas respiratorios que desencadena.
Larragoiti, cuyo padre había sido diagnosticado con diabetes tipo 2, recordó algunos estudios que estaba realizando su hermana, quien es odontóloga, sobre el xilitol, un edulcorante natural que se extrae del maíz y lo relacionó con su experiencia en el campo mexicano. Así, supo que tenía una idea que podría cambiar todo un paradigma y al mismo tiempo ayudar a prevenir y controlar la enfermedad de su padre.
El negocio de Javier ha sido tan bien recibido que, durante este año, ganó el Heineken Green Challenge, un reconocimiento otorgado a proyectos que tienen la capacidad de transformar de forma positiva el país.
Alejandra Ortiz y Javier Mejía: Puro Diseño Mexicano, puro éxito y reconocimiento
Estos diseñadores industriales menores de 30 años son fundadores del despacho Puro Diseño Mexicano, y su misión es ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, fabricando una amplia variedad de sillas de ruedas, arneses, andadores, estabilizadores, bicicletas de mano, rampas y la silla bipedestadora, su producto estrella.
Alejandra y Javier comentaron para la revista Entrepreneur, en el artículo Dos jóvenes crearon una silla que ayuda a las personas con discapacidad a ponerse de pie, que se conocieron cuando ambos estaban en la universidad y diseñaron esta silla como proyecto escolar.
Durante la investigación, para desarrollar el diseño, se dieron cuenta de los altos costos que tienen este tipo de herramientas, pues en su mayoría son productos importados. A partir de este análisis, reconocieron la importancia de diseñar alguna silla que fuera accesible y que además, pudiera personalizarse.
Después de que la comunidad de su alma mater los conociera y que medios locales de la Ciudad de México escribieran sobre ellos, ambos diseñadores formaron naturalmente su despacho, ya que los clientes se iban congregando. En el 2016 ganaron el Premio Nacional de Diseño en tres categorías diferentes: Mejor Diseño de Equipo Médico, Mejor Diseño Conceptual y Mejor Diseño de Producto. Como premio recibieron 50 mil pesos con los cuales capitalizaron su negocio.
Actualmente Puro Diseño Mexicano es una empresa con un crecimiento orgánico del cual se enorgullecen sus fundadores, ya que tienen más de 7 mil seguidores en Facebook, y cuentan con una página de internet desde la cual hacen envíos a todo el país. Su logro más grande es que una silla bipedestadora disminuyera sus costos pasando de 120 mil a 27 mil pesos.
Marcela Torres: Hola Code, la programación para el futuro
Con 32 años, Marcela Torres es la co-fundadora de Hola Code, un proyecto que capacita a personas migrantes como desarrolladores de software. Según la página web de este programa educativo, esta acción «permite aprovechar tanto el creciente sector tecnológico de México como la demanda global de desarrolladores bilingües y biculturales».
La emprendedora mencionó en una entrevista para El Empresario que esta idea surgió al ver que diversas empresas tenían la necesidad de contratar a personas especializadas en esta rama tecnológica, por lo que decidió preparar a estas personas para que pudieran aprovechar estas vacantes.
Hola Code selecciona a diversos aspirantes y en 5 meses los prepara en lenguajes de programación, “en cinco meses pasa de no saber nada de programación a lenguaje de JavaScript, HTML y CSS”, menciona la joven, pero este proyecto además de darle herramientas laborales a los migrantes también les brinda alojamientos, comida y una manutención mensual, la cual les puede ser retirada si no asisten a los cursos.
Esta iniciativa se volvió tan exitosa que durante el 2020, de acuerdo al artículo Hola Code, la startup que le enseña programación a los migrantes de El Economista, 70 personas con estatus de refugiadas fueron auxiliadas y según Marcela, el 88% de los graduados del programa consiguen trabajo de forma exitosa. Ella menciona, orgullosa, que estas personas pasan de ganar 7 mil pesos mensuales a 20 mil o hasta 45 mil pesos.
Con estos tres ejemplos abrimos apenas el mundo de posibilidades sobre el emprendimiento. La intención es que los pequeños y no tan pequeños, desbloqueen estas nuevas vías de ponerse a prueba en lo laboral, dentro de su propio contexto. Recuerda que una gran herramienta para la enseñanza es el propio ejemplo, por lo que tu postura acerca de emprender será útil para la perspectiva que adopte tu hija o hijo al respecto.
Acabamos de aprender de tres personas que, además de ser exitosas, ayudan activamente a su comunidad, por lo que sostenemos que una actitud emprendedora es tan importante para el desarrollo de tus seres queridos, como para la sociedad.