¿Las niñas pueden ser ingenieras? y otros estereotipos que afectan el futuro de las niñas y los niños

El interés de nuestros hijos de estudiar una carrera en específico, no sólo tendrá que ver con sus gustos y talentos sino con los estereotipos de género. Aclaremos: no hay profesiones “para hombres” o “para mujeres”.

Podríamos estar promoviendo una cultura amplia y crítica en nuestra casa pero a la hora de pensar en las profesiones, la cosa cambia. Los estereotipos de género siguen presentes y el sesgo sobre quienes ejercen qué tipo de carrera continúan… porque así ha sido durante años.

Si pensamos en carreras como pedagogía, por ejemplo, puede ser más inmediato que la relacionemos con mujeres ejerciéndola: maestras, profesoras, docentes y pedagogas. Así es que se conforma una brecha muy marcada en tanto a cuántos hombres la estudian en relación a mujeres. En mi generación, sabíamos que en los salones de pedagogía había sólo dos hombres.

Lo mismo pasa en profesiones como las ingenierías o las ciencias de la computación, como menciona el artículo Stereotypes about girls dissuade many from careers in computer science (Los estereotipos sobre las niñas las disuaden de estudiar carreras en ciencias de la computación), publicado en el portal de divulgación académica The Conversation

Aunque hay esperanza de modificar el fenómeno, la investigación para el artículo mencionado arroja que el 63% de 2,277 adolescentes entrevistados creen que los hombres se interesan más por las ingenierías y las ciencias computacionales que las mujeres. 

Aquí hablamos especialmente del interés y no de las habilidades o tendencias. Basta con que sostengamos este tipo de ideas como sociedad para construir una barrera entre las niñas y adolescentes y este campo de estudios. El fenómeno se ve así: “Si a los niños y hombres les interesa más la ingeniería, entonces a mí no debería interesarme”.

Cuidado: los estereotipos son tóxicos

El problema con los estereotipos es que marcan expectativas en nuestras esferas sociales. Mi prima que por primera carrera estudió Ingenieria Mecánica Electricista, no limitó sus intereses a pesar de que no “correspondían” a su género. Sin embargo, sabía que se encontraría con un ambiente particular a los hombres. Y así fue. En su generación, las mujeres sumaban un máximo de 30% de la población de estudiantes. 

La investigación mencionada anteriormente resalta por otro motivo: más allá de las ideas sobre aptitudes propias a las mujeres o a los hombres que los llevan a desarrollar con más éxito cierta profesión, lo que incide directamente en la elección de las adolescentes sobre su carrera, es pensar que algún campo del conocimiento no debe serle de interés. 

Con esto queremos decir que es aún más definitivo para la motivación de las estudiantes el hecho de que crean que está mal que les gusten e interesen materias como las matemáticas o las ciencias, pues no es “propio de las mujeres”.

Si lo vemos del otro lado, el fenómeno es opuesto. Para los adolescentes varones este tipo de ideas sólo refuerza su relación con este tipo de materias, pues el estereotipo parece generar confianza y congruencia, factores que abonan directamente a su motivación para estudiarlas.

La importancia de tener a mujeres científicas como ejemplo

Aunque sea en el imaginario colectivo, pensar los espacios de la ciencia, la tecnología y la ingeniería sólo para el sector masculino, sigue afectando a nuestra sociedad limitando las oportunidades de que las adolescentes se involucren en estos campos. 

Estamos hablando del sentido de pertenencia también. Si bien a lo largo de la historia han habido muchas exponentes y científicas mujeres, los nombres que resaltan —y estudiamos en la academía— son casi siempre masculinos. Esto contribuye al sesgo tanto como lo hacen el tipo de juguetes que debe tener una niña en relación a los de un niño. 

Aunque estos estereotipos poco a poco van en declive, hace falta más hincapié de nuestra parte. A todos se nos puede ir de vez en cuando alguna frase ingenua que contribuya a segmentar las actividades o gustos “esperados” de las y los adolescentes.

No bastará con nuestro intento de desmantelar el estereotipo, suscribe Sapna Cheryan, profesora en psicología de la Universidad de Washington, sino en que reforcemos la idea para nuestras hijas acerca de que estudiar carreras relacionadas en ciencia, ingeniería y tecnología, está bien y es atractivo también para mujeres.

También te puede interesar leer:

-->