9 tipos de juguetes que ejercitarán la mente de tus hijos ¡y también tu mente!

Sin el juego, la mente de los niños se atrofia. Por eso, aquí te recomendamos juguetes inteligentes, con los que tú también te divertirás y aprenderás.

“(…) como canta el pájaro sin saber que canta
y como juega el niño sin saber que juega”.
—Eduardo Galeano, La utopía

Escribimos estas recomendaciones a partir de las condiciones en las que nos encontramos: el espacio de casa, una economía no tan estable, una convivencia no tan amplia o numerosa. Desde que han tenido que reducirse tanto las actividades que podemos hacer en el exterior, como la interacción que tienen los pequeños con sus pares, su desarrollo también se ha visto comprometido.

Ya lo comentamos en artículos como ¿Qué hago si mi hijo quiere jugar con muñecas?, y también en Si crees que tus hijos “ya jugaron mucho por hoy”, los estás maleducando. El juego es la manera en la que los infantes van descubriendo el mundo. Por ello, como el juego es lo más propio a los niños, podemos procurar que los más pequeños tengan la posibilidad de jugar y con ello seguir creciendo.

Siempre habrá maneras de acrecentar la pulsión de tus hijos para el juego y en vista de que aún nos falta un camino sinuoso hasta que se normalicen las actividades escolares y recreativas, aquí te enlistamos nueve juguetes improvisados que te ayudarán a ejercitar la mente de tus hijos desde una edad temprana:

1. Seis meses: el móvil

Un móvil para bebés. El que recomendamos es más sencillo de elaborar, pero ¿por qué limitarse?

Entre los juguetes hechos a mano que la UNICEF Paraguay recomienda para la edad más temprana de nuestros niños, está el móvil. Este ayuda a desarrollar tanto su vista como la destreza de sus manos.

Necesitas: ligas de cabello, listones (ambos de colores llamativos) y unas tijeras. 

Para hacer el móvil, corta los listones en tiras de menos de 50 cm. y átalos con un pequeño nudo a las ligas de cabello hasta llenar el espacio de su circunferencia. Listo, ya tienes un móvil con el que puedes estimular su atención.

2. Un año: el libro

Después de hacer este libro, ya podrás decir que sólo te falta plantar un árbol…

Vamos a hacer un libro que no tenga letras. A esta edad es muy útil que tu bebé empiece a relacionarse con la forma de un libro en donde creen sus propias formas y dibujos. Este estimulará su imaginación y lenguaje, pues mientras ellos encuentran ahí la forma abstracta de un árbol, por ejemplo, tú reforzarás la interacción diciendo el nombre del objeto.

Necesitas: papel de colores, pedazos de cartón o cartulina, pegamento, tijeras, botones y tiritas de listón. Para formar el libro hace falta poner el cartón hasta abajo como cubiertas del libro y pegar en su interior las hojas de colores; lo demás que puedas formar en su interior puede ir desde formas básicas como círculos o triángulos de papel cortado hasta animales sencillos que te facilitarán el juego.

3. Dos años: figuras con pinzas

Estas pinzas de ropa son los materiales; ya la forma que adopten depende de tu imaginación.

Formando figuras a partir de pinzas para colgar ropa, de preferencia las que puedes encontrar de colores, estarás estimulando el pensamiento así como la coordinación de movimientos de tu bebé. Haz una prueba tú y forma lo que se te ocurra uniendo pinza con pinza y después deja que ella o él lo intenten. Tanta construir las figuras como separarlas, será un buen ejercicio de motricidad para tu pequeño.

4. Tres años: series de objetos que embonan

Los objetos estilo matrushka aseguran horas de entretenimiento y fácilmente pueden pasar a ser desde el plato “de a mentis” a un caso espacial.

Las posibilidades de una serie de objetos que embonan son muy amplias en la imaginación de tu niña o niño. Consigue una serie de vasos o recipientes cuadrados de plástico que entren el uno en el otro, entre más atractivos mejor. Mediante la manipulación de ellos, tu pequeño estará resolviendo problemas además de coordinando la vista y las manos. Verás que tu hija o hijo empezará a descubrir los objetos, llenándolos de tierra, agua o el material que le dejes cerca y esto permitirá hasta que construya la narrativa de para qué son.

5. Cuatro años: juego de roles

Sugiérele todo tipo de roles a tus pequeños, entre menos típico más enriquecedor para la imaginación.

Aquí es importante que dejes los roles abiertos a la interpretación de los niños. Es útil también no cargar de significado los objetos que le des para interpretar, puede tratarse de peluches, muñecas, pelotas, ropa de distintos tipos. La revista Kidshealth apunta que los juegos de rol promueven que ellos vayan representando lo que conocen del mundo, expresen sus emociones y aprendan a cuidarlos.

6. Cinco años: trabajos artísticos y manualidades

Ellos solos podrán descubrirle nuevos usos a los elementos que tienen a la mano.

Una vez que tus pequeños tienen mejor control motor y son más hábiles con las manos, será muy satisfactorio para él poder dibujar, hacer figuritas con papel o hasta un collage de revistas. Por eso es muy útil tener un kit para trabajar con las manos como: papel de colores, pegamento, tijeras, revistas, pinceles, colores, pinturas y hasta estampas que ellos puedan personalizar. 

7. Seis años: rompecabezas

Un rompecabezas, además, se vuelve un juego colaborativo.

Para empezar, un rompecabezas de pocas piezas puede ser una misión muy divertida. Procura que tenga una imagen acorde a los gustos de tus pequeños para que sea mayor el entusiasmo de armarlo. Un rompecabezas contribuye a que tu niña o niño desarrolle las relaciones espaciales, el pensamiento lógico, la coordinación y constancia. Y si dejas el rompecabezas en un lugar en donde pueda estar hasta ser acabado, también estarás enseñándole a tener espacios de concentración.

8. Siete años: un instrumento musical

A esta edad, los niños pueden establecer una relación muy importante con su instrumento musical.

Puede ser desde la flauta, el pandero o algo tan complejo como una guitarra. Los instrumentos musicales empiezan como un juego que se traduce en capacidad para prestar atención, constancia, creatividad y aptitudes motoras finas para ellos. Además, el hecho de que conozcan la cultura musical es una gran estímulo sensible.

9. Ocho años: el mejor compañero de juego

Una niña o niño con atención, jugará mejor. Jugar con tus hijos también ejercita tu mente mientras ellos se desarrollan.

Lo más importante que subraya Elana Pearl Ben-Joseph en el artículo Juguetes inteligentes para cada edad es el papel de los padres en el juego del niño, cuando dice que “Es usted el que primero enseñó al bebé a apilar los bloques. Y cuando se sienta a su lado mientras éste pinta, colorea o lee una historia, usted le está dando la atención que necesita para fortalecer su autoestima y sentirse querido y seguro”. Así que no hay que perder de vista, un niño acompañado y procurado por sus padres, jugará mejor.

Para terminar, no olvides cuidar que los elementos que acercas a tus niños para el juego, sean seguros. Esto quiere decir: no tóxicos, no muy pequeños para prevenir un atragantamiento según la edad, sin plomo ni combustibles. Además de que debemos de contar con el tiempo para supervisarles para restar cualquier riesgo mayor y hacerles sentir queridos.

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