¿Arte o desobediencia en su máxima expresión? Si te preguntas cómo debes reaccionar ante las pinturas rupestres que tus hijos acaban de crear en la sala, sigue leyendo…
Cediste. Le compraste a tu hija o hijo uno de esos maletines que trae tantos colores como pasteles y pinturas incluídas, todas de una vez. Te has decidido a que tenga materiales a su alcance para aprovechar ahorita que tiene curiosidad.
El hecho es que ni siquiera se necesita el incentivo de los materiales. El impulso artístico puedes encontrarlo manifestado en forma de labial en la pared, catsup en los muros o la comida en turno tratando de agarrarse a una forma casi abstracta.
A pesar de que a ti te toque limpiar o repintar las paredes, te contaremos los beneficios que puedes rescatar de su despertar como creadores de arte.
Lo mejor, en realidad, es que la manifestación artística de nuestros pequeños sea sostenible y no solo una etapa. Por eso te recomendamos que consideres lo siguiente:
Designa espacios que sí pueda intervenir
Debe quedar en acuerdo y entendido en qué paredes de la casa no se puede pintar y en cuáles sí. Por eso, procura que el espacio designado para su arte también sea atractivo. Se trata de hacerles saber que tienen libertad y que su creatividad es valorada. Pueden establecer este lugar como un pizarrón especial para esto, alguna pared de su cuarto o del exterior de la casa.
Involucralos en la limpieza de ese espacio
Así como puede tener la oportunidad de intervenir el espacio, también tendrá que involucrarse con su mantenimiento. Puedes abordar la situación promoviendo la consciencia de que los pisos de dicho espacio tienen que limpiarse después de su tarea creativa y que cada tanto habrá que volver a pintar encima para que un primer intento de pintar no se convierta en un mural perpetuo que quién sabe qué quiso decir.
Clases de iniciación artística o pintura
Otra cosa que puede sumar a este momento en la vida de tu hija o hijo, será nutrir su creatividad a través de clases especiales. Ya tiene la iniciativa, ¿qué mejor que una guia para aprender nuevas técnicas?
Ahora sí, para hablar de los beneficios que otorga la pintura o la expresión pictórica en la vida de tus hijos, hemos seleccionado los puntos más relevantes que señalan los especialista y describimos a continuación:
1. Desarrollo de destrezas
De acuerdo con María Elena Lorenzo, Maestra en Psicología del Desarrollo Humano, citada en un artículo para la revista Padres e hijos, debemos entender que cuando pintan las paredes están en una etapa de instinto de exploración, en la que desarrollan sus habilidades y destreza de sus manos.
Estas habilidades y destrezas pueden ir desde mejorar la estabilidad en el hombro, codo y mano, el agarre del lápiz y la coordinación mano-ojo, según escribe Lidia Nieto en Guía Infantil.
2. Comunicación emocional
Lo que nuestros hijos pintan en esas paredes tiene origen en —nada más y nada menos que—en sus sentimientos. Es por este motivo que es todo un acierto que puedan comunicarlos a través de la pintura. Podemos reconocer, entonces, que nuestra hija o hijo está demostrando otro tipo de lenguaje además del cotidiano mediante el cual comunica tanto sus pensamientos como los sentimientos que le genera todo lo que le rodea.
3. Conciencia espacial
El empleo del cuerpo a la hora de pintar, así como de los conceptos: arriba, abajo, derecha, izquierda, se ejercitan mejorando su consciencia visual y espacial.
4. Relajación
Sobre todo para las niñas y los niños inquietos, trabajar parados en una pintura puede ser muy relajante pues les permite cambiar de postura constantemente y estar física y mentalmente activos. Esto contrasta mucho con la rutina normal de clase, por ejemplo, en donde deben de permanecer sentados, por lo que puede contribuir a que se agoten sus energías gradualmente y se relajen.
Lidia Polo Dowmat en su investigación Tres aproximaciones al Arte Terapia, escribe:
“El ser humano siempre necesitó dejar huellas de su paso por la existencia; marcas que señalen su fugaz tránsito por la vida; obras que den sentido y sirvan de espejo para mirarse y tener la certeza de que finalmente, existe.” Así que, ahora que te encuentres con la próxima obra maestra de tu pequeña o pequeño, piensa en todas las afectaciones favorables que la creación de esta tiene en su vida, cuando también —para aligerar tu estrés— ten presente que esta etapa de exploración no suele durar para siempre. Pronto, las paredes de tu casa volverán a estar impecables. Aunque, no sabemos, nadie puede descartar que tu infante vaya a ser el próximo o próxima Picasso.