Algunas familias soñaban con el día en el que al fin los chicos ingresaban a las aulas físicas, pero otras han decidido que la educación virtual llegó para quedarse. Aquí las razones de ese desacuerdo.
Lunes por la mañana: la primera mitad del salón de primer año de preparatoria se alista para asistir al salón físico de la escuela, un salón que están por conocer incluso dos meses después de haber empezado la educación media superior. Por otro lado, la segunda mitad se queda en casa, reproduciendo el modelo ya normalizado a estas fechas: la educación virtual o las aulas en línea.
Los niños y adolescentes de estas generaciones han pasado de ser parte de un grupo entre otros grupos de estudiantes, a ser dos equipos dentro de un mismo grupo de estudiantes. En algunos casos, las generaciones que ingresan a primaria, secundaria o preparatoria, aún no se conocen bien entre sí. Muchos de ellos, después de dos meses de convivir a través de una pantalla, no se han conocido de frente. Sección uno y sección dos, sección azul y sección verde: las herramientas de un modelo que busca prevenir los contagios mientras los más chicos regresan a clases.
La batalla que se ha ganado es permitirles a estas nuevas generaciones reincorporarse al ritmo usual de vida en el cual no tienen que estar todo el día dentro de casa. La sorpresa es que algunos están muy entusiastas de su regreso; y otros no.
El entusiasmo de volver a las aulas no es universal
Primero creí que los que estábamos ese primer día de escuela presentándonos para continuar el año escolar compartíamos el mismo entusiasmo. A pesar de que estábamos perdiendo la facilidad de no tener que transportarnos a la escuela y de tener más tiempo personal, celebrábamos rotundamente poder escucharnos y vernos de frente.
Fue entonces que uno de mis estudiantes, al ver incorporarse hasta el segundo recreo a un compañero suyo de otro salón, me preguntó: “Miss, ¿por qué Saulo llega hasta esta hora?, yo también me quiero quedar en casa todo el día.”
El proceso de cada uno de los estudiantes a través de este periodo pandémico ha involucrado ventajas y desventajas muy contrastantes. Enlistamos a continuación algunas características relevantes a la educación virtual que ha transformado al estudiante que es tu hija o hijo y le ha dotado tanto de herramientas como de frustraciones nuevas.
Todo esto con el fin de que se sigan optimizando los rasgos de la educación tanto presencial como virtual. Para que seamos después capaces de sacar provecho de este otro modelo híbrido que hoy en día tiene desconcertados a niños, madres y padres, y maestros .
Atención inmediata contra atención constante
Desde cierta perspectiva, la virtualidad ha acortado la distancia entre los estudiantes y los maestros. A diferencia de antes, ahora nos tienen al alcance de un mensaje. Los maestros no solían dejar las puertas tan abiertas para contactarles sobre dudas y ahora, por la necesidad de reforzar la comunicación y el entendimiento de cada estudiante, vemos cómo se ha incrementado el apoyo de parte del docente.
Esto expresado en mucho material visual de soporte y la instrucción de que manden todas sus dudas al buzón de entrada.
Sin embargo, encontramos este testimonio en el artículo What young kids say worked —and didn´t work— for them during virtual learning (“Qué dijeron los chicos que les funcionó —y qué no— durante la aprendizaje virtual”) escrito por Mari Altshuler, pasante de maestría en Ciencias. Un niño de segundo grado de primaria compartió que extrañaba poder recibir ayuda de su profesora en el momento en el que la pedía sin tener que escribir un email.
Menos presión por elementos sin importancia
En el artículo antes mencionado, encontramos un segundo testimonio relevante. “Ahora ya no te juzgan o califican por cómo es tu caligrafía”, expresó una estudiante de tercer año. Es decir, ahora los planes de estudio tienen que estar mejor estructurados y con criterios de evaluación efectivos.
Libertad para expresarse más o moverse
El regreso de los estudiantes a las aulas implica reaprender ciertas normas sociales que perdieron en la comodidad de su casa y privacidad. Hablamos por ejemplo de la costumbre que adquirieron de desayunar mientras tomaban clase o poder estirarse en medio de la exposición de algún tema académico.
Mis estudiantes regresaron al aula con más necesidad de movimiento físico y dinamismo. Si bien es verdad que ahora aprecian mucho más tener enfrente a un maestro o expositor, les sigue resultando antinatural permanecer sentados durante 8 hrs. del día.
“Fatiga de zoom” o fatiga de la pantalla
Quién diría que los más jóvenes también irían a sufrir la fatiga de estar pegados todo el día a un computador. Esto es un rasgo que el modelo híbrido viene a solucionar aunque sea durante una mitad de la semana. No demanda el mismo esfuerzo de atención para ellos, el atender a una pantalla al estar en relación directa dentro de un salón de clases.
Extrañar la interacción
A pesar de las ventajas que implica estar en la comodidad del hogar mientras estudias, el compañerismo y el trabajo en equipo son muy útiles para los propósitos educativos.
Sobreconsciencia de sí mismos
Después de algunas semanas en las que muchos maestros insistieron en que todos sus estudiantes tuvieran la cámara prendida, dieron la batalla por perdida. A pesar de que es rarísimo dar clases a una pantalla en negro, la complejidad de este fenómeno debe ser entendida: no estamos acostumbrados a saber cómo nos vemos todo el tiempo mientras interactuamos.
Sobre todo en una etapa adolescente, la consciencia de la apariencia física puede ser en suma un distractor para el aprendizaje en clase. Es por esto y la presión social que viven los adolescentes, que no se trata de la tarea más fácil estar atendiendo a una clase con la cámara siempre prendida. (Y no hablemos de los problemas técnicos de recepción por un limitado “ancho de banda” que lleva a videos y audios “congelados” o incomprensibles.)
Son muchos los nuevos factores que la educación tuvo que incorporar. Después de este período de ardua prueba, nos toca sacarles provecho pues ya conocemos un poco los resultados.
También te puede interesar leer:
