López Obrador llamó a clases presenciales para el 30 de agosto: ¿qué podemos hacer como padres?

Aquí te contamos lo que tienes que saber antes de que las escuelas reabran sus puertas en agosto. 

La pequeña Aline bota la pelota de tenis con la raqueta que sostiene en su mano derecha. Sabe que debe de tener cuidado porque en su patio su madre guarda algunos artículos de la casa. Da un golpe y la pequeña bola escapa. Aline de ocho años resopla desesperada mientras el maestro de deportes le grita desde su tableta que no la ve haciendo el ejercicio señalado. La niña no puede arriesgarse a romper la vajilla de su mamá. Presionada, empieza a llorar y repite que ya no quiere seguir con la escuela. 

María, madre de Aline, no culpa a los profesores, pero sabe que su hija se siente frustrada por su vida escolar. Entiende su desesperación por regresar a la escuela y convivir con sus amigos. No obstante, la mujer de 38 años se muestra renuente a llevar a su hija al colegio a partir de agosto, como en días recientes solicitó el presidente, Andrés Manuel López. El motivo de su resistencia:  el contagio por COVID-19.

Volver a la escuela: una decisión política

Desde marzo del 2020 la Secretaría de Educación Pública, SEP, informó que todo su personal administrativo y docente se sumaría al “Aislamiento Voluntario Preventivo desde sus hogares”. Ahora, en julio del 2021, la prevención es revocada para poder integrar nuevamente a las infancias y jóvenes mexicanos a la educación presencial.

La campaña que tenía como objetivo frenar el número de contagiados por coronavirus hizo que 33.6 millones de estudiantes de nivel básico, medio y superior, según la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020, abandonaran las aulas para mudarse a un entorno digital durante ese año. De manera paralela, 738.4 mil personas no concluyeron el ciclo escolar 2019 – 2020.

El cambio de realidad que las niñas y los niños más privilegiados tuvieron que experimentar al tomar clases en línea, ayudó a contrarrestar la COVID-19, pero afectó gravemente la salud mental de este grupo de edad. En el Informe anual UNICEF México 2020, el organismo internacional explica que, debido a los problemas económicos, alimentarios y sociales que la pandemia desató en el país y al aislamiento, los menores experimentaron ansiedad y depresión. 

Este escenario apunta que debemos atender la necesidad de regresar a la “normalidad”, algunos a su trabajo y otros a la escuela, llevando a cabo las medidas sanitarias que desde el inicio de la pandemia la Secretaría de Salud ha indicado: uso de cubrebocas, lavado de manos frecuente y sana distancia. 

Sin embargo, el Termómetro Laboral de la firma de reclutamiento OCC, indicó que en un sondeo hecho en mayo del 2021, el resultado fue que 6 de 10 trabajadores no enviarían a sus hijos a las aulas, con el fin de no arriesgar la salud de su familia. 

El reto de regresar a las aulas se vuelve aún mayor debido al incremento en los contagios de coronavirus durante los últimos días. El Financiero reportó que el país llegó a 12 mil 631 nuevos casos positivos de COVID-19, mientras otros medios como Forbes anunciaron que los principales contagios de esta tercer ola se están dando entre los jóvenes. 

Ambas noticias indicarían que las autoridades mexicanas dictaminaran otro periodo de cuarentena, pero el mandatario mexicano apuntó en su conferencia mañanera del 14 de julio que los estudiantes de todo el país regresarán a las aulas este 30 de agosto. 

Ante esta medida que López Obrador aseguró que será voluntaria, madres y padres del país se preguntan de qué manera integrar a sus hijos nuevamente tanto como qué pueden hacer en prevención de los contagios. 

Los tres filtros sanitarios contra el coronavirus

Esto involucra que conservemos las medidas básicas de precaución: tomar vitaminas, hacer ejercicio, hacer un lavado de manos constante, usar cubrebocas y estar en permanente observación.

La Dra. Marisabel Rivera Jiménez, jefa estatal del Departamento de Promoción de la Salud del Instituto de Salud del Estado de México, ISEM, señaló que el gobierno federal y estatal han llevado a cabo programas de capacitación a docentes y personal administrativo de las escuelas para evitar la propagación del virus.

Es en esta capacitación donde se encuentra una de las principales herramientas que tienen los padres para proteger a sus hijos en este regreso a clases: los filtros sanitarios.

La profesional de la salud explicó que se les recomienda a los padres de familia y a la comunidad educativa realizar tres filtros para saber si algún niño o adolescente se encuentra contagiado del virus SARS-CoV-2:

Primer filtro

Para ello tendrán que participar todos en casa, pues así se pretende evitar un gran número de contagios. En este filtro es necesario que todos los integrantes de la familia se observen unos a otros para saber si no tienen síntomas centinelas, entre los que se identifican:

  • Fiebre 
  • Dolor de cabeza
  • Diarrea
  • Labios o uñas azules
  • Secreción nasal

La doctora Rivera menciona que los últimos síntomas se añadieron a la lista porque la variante Delta de este agente patógeno es la que los causa y añade que la observación, en este punto, es vital. Podrían salvar la vida de muchas personas evitando asistir a clases y acudiendo a los centros de salud más cercanos para que se les aplique una prueba que descarte la presencia de la enfermedad y nos haga reforzar las medidas. 

Segundo filtro

Será necesaria mucha paciencia a la hora de entrar a la escuela —y sinceridad por parte de los padres y alumnos— ya que su aplicación consistirá en responder una serie de preguntas antes de entrar al espacio educativo. Se les cuestionará sobre si el niño o algún familiar han presentado los síntomas más comunes de la COVID-19 en casa. Si alguna de estas respuestas es afirmativa o si al tomar la temperatura del estudiante descubren que tiene fiebre se le pedirá que regrese a su domicilio. 

Es importante entender que la honestidad es pieza clave en este segundo paso para el cuidado sanitario debido a que cada uno de los pequeños, adolescentes o personal administrativo y docente que entran al colegio tendrán la responsabilidad de cuidarse y cuidar a los demás.

Tercer filtro

El maestro o maestra será la persona que aplique este último filtro, debido a que en todo momento deberá observar si sus alumnos presentan síntomas y preguntarles cómo se sienten a lo largo del día. Se trata de monitorear y vigilar que hayan sido aplicadas de forma correcta las medidas de cuidado, como el uso del cubrebocas en todo momento, el lavado de manos y la correcta ventilación del espacio donde se estén dando las clases. 

Otras medidas y precauciones ante la Covid-19

Otra medida que recupera la especialista es el lavado de manos y para ello recomienda el uso de un Kit Anticovid, estuche que deberá contener toallitas húmedas desinfectantes, jabón liquido, gel antibacterial y uno o dos cubrebocas extras. Sobre esto, puntualizó: “Esta medida debe ir acompañada de una explicación de cómo lavarse las manos y la importancia de hacerlo, esto debido a que está demostrado que el 70% de contagios de Covid-19 y de muchas otras enfermedades suceden a través de las manos”. 

La doctora analizó la importancia de una buena alimentación y ejercicio, pues muchas madres y padres están preocupados por reforzar el sistema inmunológico de sus hijos y la obtención de vitaminas. Agregó que para este fin lo mejor es hacerlo de manera natural, a través del consumo de frutas y verduras, por lo que minimizar el consumo de alimentos altos en azúcares y grasas así como de bebidas azucaradas, será un gran acierto. 

Finalmente resaltó las actividades al aire libre debido a que el sol es la principal fuente de vitamina D, siempre y cuando se use una mascarilla y se respete la distancia de 1.5 metros entre las personas que se encuentren en los parques o plazas. 

Un factor igualmente necesario: mitigar el miedo

La Directora de Proyectos Institucionales de la Unión Nacional de Padres de Familia, Guadalupe Alvarado Vázquez, quien es licenciada en pedagogía, mencionó en una entrevista que el regreso a clases no debería de ocurrir en un ambiente de temor, agobio o enojo. “Lo que necesitamos es que nuestros hijos regresen confiados, seguros en ellos mismos y que este regreso les provoque, hasta cierto punto, emoción”, explicó. Los niños deben entender que esto llevará consigo un beneficio tanto en sus calificaciones como en su vida social. 

Agregó que será necesario que los padres creen ambientes de seguridad teniendo pláticas concretas con los miembros de la familia, con el fin de tener una visión más optimista del futuro y de quitar el pánico que puede haber entorno a la enfermedad. 

“El mundo continúa avanzando a pesar de que en este momento exista una emergencia sanitaria. Detener el desarrollo de nuestros seres queridos por miedo o desconfianza es comprensible, pero no por eso está bien. Vivir la vida a través de los ojos del miedo nos podría quitar valiosas oportunidades, y por lo tanto, quizá lo mejor sea avanzar con cautela y siempre protegidos”, concluyó Alvarado Vazquez en entrevista. 

Recordemos que el coronavirus no es la primera epidemia por la que atraviesa la humanidad, y lamentablemente quizá no sea la última. Nos toca ser un poco más optimistas y precavidos que antes.

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