¿Cocinar no es tu pasión? 5 sencillos tips para mantener nutridos a tus hijos

Estas estrategias alimenticias no te van a atar a la cocina pero sí ayudarán al crecimiento adecuado de tus hijos.

Después de encontrarme con Jennifer, mi compañera de secundaria, en el baño de un restaurante mientras me confesaba que su hijo no quería comer a menos de que le sirvieran una Coca Cola, me cuestioné cómo es la cultura alimentaria para los niños de un país como el nuestro. Ella, incómoda por las rabietas que vive con su pequeño de siete años, me confesó que intenta de todo para romper este hábito poco saludable para su niño, sin éxito.

Este fugaz encuentro me hizo echar un vistazo a algunas de las consecuencias que puede tener el consumo de refrescos en niños. Por ejemplo, el pediatra del Hospital General No. 1 del IMSS en Ciudad Obregón, Jesús Manuel Armenta Velderrain, detalló en un artículo para el Sol de Hermosillo, que un menor que consume estas bebidas tiene más del 60% la probabilidad de padecer obesidad y diabetes. El alto contenido de azúcares y carbonatos de estos productos, en adhesión, pueden causar piedras en riñón y elevar los niveles de glucosa.

La obesidad infantil es un problema grave que requiere medidas inmediatas, o al menos eso nos dice la Organización de las Naciones Unidas en el texto Una emergencia que requiere medidas inmediatas, escrito a inicios del 2020. 

Según este material, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, advirtió en marzo del 2020 que la obesidad infantil en México es una emergencia de salud pública que requiere cambios inmediatos, ya que afecta el crecimiento y desarrollo de los niños. Según los datos de este organismo, somos el mayor consumidor en América Latina de productos ultra procesados.

Hay una relación directa: los niños en edad preescolar consumen alrededor del 40% de sus calorías en bebidas azucaradas, y por lo tanto, un tercio de los niños y adolescentes mexicanos tienen sobrepeso u obesidad.

¿Es importante una dieta saludable desde la niñez?

Rafael A. Castro Jiménez, especialista en Medicina Familiar, en La importancia de una buena alimentación infantil publicado en el Diario de Sevilla, comunica que, en la niñez, es necesario afianzar hábitos de consumo saludables debido a que posteriormente es más difícil cambiarlos:

“Con hábitos adecuados en la alimentación y en el estilo de vida, contribuimos de forma positiva en la construcción y modelado de su cuerpo y en la mejora de su salud, rendimiento físico e intelectual.”

Además, Castro Jiménez apunta que  llevar  una alimentación correcta durante este periodo de vida es importante porque el organismo se encuentra en crecimiento. El ser humano se encuentra más vulnerable a cualquier problema nutricional y este hábito es fundamental para que los niños desarrollen el correcto funcionamiento de su organismo: buen crecimiento, una óptima capacidad de aprendizaje, comunicación, análisis, socialización, un correcto desarrollo psicomotor y prevención de factores de riesgo que influyen en la aparición de algunas enfermedades.

¿Cómo debe de ser una dieta saludable?

El centro de investigaciones médicas, Mayo Clinic, describe pautas para ayudar a los padres a alimentar de mejor forma a sus hijos. Al inicio del documento, mencionan que la nutrición para niños se basa en los mismos principios que la nutrición para adultos: “Todos necesitan los mismos tipos de nutrientes, como vitaminas, minerales, hidratos de carbono, proteínas y grasa. Sin embargo, los niños necesitan diferentes cantidades de nutrientes específicos según las diferentes edades”.

Quizá esta explicación te resulte algo vaga, pero el documento, basado en la última edición del Dietary Guidelines for Americans, puntualiza que uno de los puntos más importantes en la nutrición de los niños es exponerlos a los grupos alimenticios con altos contenidos en nutrientes, entre los cuales se encuentran:

  • Las proteínas: En este grupo los padres deberán dar preferencia a los mariscos, carnes sin grasa y de ave, huevos, frijoles, soya, frutos secos y semillas sin sal.
  • Frutas: De preferencia deberían consumir productos frescos enteros, y si los niños toman jugo (no tan recomendable), se deberán asegurar que sea 100% sin azúcar añadida y limitar las porciones.
  • Verduras: Se debe de contar con una extensa cantidad de alimentos de este grupo, ya sean frescas, enlatadas, congeladas o secas, además, si es necesario consumir verduras enlatadas, se recomienda escoger las que menos sodio tengan.
  • Granos: Escoge los granos integrales, como pan integral, avena o palomitas; es necesario limitar los granos refinados, como pan, fideos y arroz blancos.
  • Lácteos: Los productos lácteos descremados o con bajo contenido de grasa, como la leche, el yogurt, el queso o las bebidas de soya fortificadas son la mejor opción.

De igual manera, es procurar que las calorías el niño consume, no provengan de o contengan, azúcar añadida (azúcar morena, el endulzante de maíz, el jarabe de maíz y la miel, por eje.), grasas saturadas (alimentos de origen animal como la carne roja y de ave y los lácteos enteros) ni sodio (frecuentemente la contienen en exceso los snacks fritos).

5 tips que te pueden ayudar

Allianze Care, empresa líder en la rama de seguros de salud internacionales, reconoce a través del Manual de Nutrición para Niños en su edición del 2017 que es el deber de los padres guiar a sus hijos a través de una alimentación saludable. Sin embargo, esta labor cada vez es más difícil debido al amplio menú de comida chatarra al que los niños son expuestos diariamente. Entre sus propuestas destacan:

  1. Platos pequeños. Cuando tu hijo quiera algo de comida chatarra es necesario que se sirva una ración tamaño plato pequeño, esto lo ayudará a vigilar la cantidad de alimento que consumen.
  2. Verduras siempre. En la hora de la comida y como snack, llenar un tercio del plato con verduras o ensalada.
  3. Cuidar las calorías. Evitar que repitan porciones cuando la comida tenga un alto impacto calórico, en sodio o en grasas trans.
  4. Cuando se come, sólo se come. No dejar que tus hijos coman mientras ven la televisión ya que es fácil comer más de la cuenta cuando se está distraído.
  5. ¿Frituras? Mejor no. Si comen en un restaurante, asegurarse de pedir la opción del menú infantil y pedir, siempre que se pueda, que las frituras sean cambiadas por verduras.

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