5 cosas que puedes hacer para que tus hijos mejoren sus calificaciones

Aunque parezca fácil o efectivo, tus hijos no aprenderán más ni mejorarán sus calificaciones con métodos como el regaño o el castigo. Aquí te damos algunas ideas que puedes incorporar para ayudarles a mejorar sus notas, mientras rompemos con las prácticas que nos enseñaron nuestros padres.

Mi madre siempre fue dulce conmigo (o casi siempre). Recuerdo que, a los cinco años, los hot cakes eran mi delirio y como mi mamá lo sabía, algunos fines de semana me consentía preparándolos. La recuerdo dulce, feliz y orgullosa de mí… excepto en esa etapa en la que tuve que aprenderme las tablas de multiplicar con nervios y lágrimas en el proceso.

Amigos pertenecientes a la generación de los 90, me compartieron que para ellos también caben un par de recuerdos traumáticos: Manuel recuerda que su mamá le daba coscorrones cuando repasaban las lecciones escolares y Rubén sabía que si se equivocaba localizando los estados de la República Mexicana frente a su padre, no iba a poder ver caricaturas.

En generaciones anteriores, la cosa no era mejor: mi padre aún recuerda que después de reprobar tercero de primaria, su padre lo golpeó con un cinturón por horas.

Hoy sabemos y podemos asegurar, gracias a investigaciones como la de Martín Plascencia González, profesor de tiempo completo del Centro de Apoyo Psicopedagógico en la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad Autónoma de Chiapas, que prácticas como éstas en donde se castiga o responde con violencia a las acciones de las infancias, son tan inefectivas como inadecuadas.

Plascencia expone y comprueba que el uso de castigo corporal incrementa los comportamientos antisociales o disruptivos, así como el hecho de que el uso de una disciplina agresiva en niños, predice un aumento en las conductas violentas en etapas posteriores.

Borja Quicios, psicólogo educativo egresado de la Universidad Autónoma de Madrid, en un artículo publicado en el 2020, recomienda a los padres que se enfrentan a un escenario donde sus hijos presentan bajas calificaciones, mantener la calma y afrontar la situación con una actitud de búsqueda de soluciones en vez de reproches.

El especialista reconoce que los gritos no son la opción, debido a que pueden ocasionar que los niños se alejen de sus padres. Observa también que lo mejor que se puede hacer es escuchar a los infantes para reconocer sus sentimientos, ayudarles a que desarrollen más motivación por estudiar y mostrarles cariño para que su autoestima no se deteriore.

Ahora bien, como padres, cómo podemos llevar a cabo lo anterior, ¿qué podemos hacer para que nuestra hija/o mejore sus calificaciones?

La psicóloga Ana Herrero, quien también coordina el departamento de Orientación del grupo Brains International Schools, reflexionó durante una entrevista sobre la importancia de observar los hábitos de estudio que tienen los niños. En sus palabras, los pequeños ajustes que hagamos en esta área van a permitir que se generen grandes cambios en sus calificaciones. Te cuento aquí cuáles me llamaron más la atención:

No castigar a los niños

El castigo puede sonar como la opción más lógica después de que un niño ha obtenido malas notas. Sin embargo, Herrero nos alerta respecto a esta medida, ya que si el niño no comprende la razón por la cual es preocupante su situación y es castigado, la medida no es efectiva. Sí, quitarle algunos privilegios después de que sepa lo que ha pasado es válido, sin que esto sea una amenaza o un condicionamiento irreversible.

Crear una rutina con un horario fijo para estudiar

Esta medida no es sólo para formar disciplina, también es útil cuando queremos que los niños entiendan que con una correcta planificación habrá mucho tiempo para divertirse.

Crear una agenda en conjunto

Medir el tiempo que los niños deberán dedicarle a cada actividad es muy importante. La psicóloga nos recomienda añadir a este proyecto actividades como tomar un descanso, beber agua y estirar las piernas.

Descansar 8 horas

Un estudio hecho en el 2014 por Ramón Cladellas, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, en donde estudió a 142 alumnos de primaria respecto a sus hábitos nocturnos, demostró que dormir menos de nueve horas, acostarse tarde y de forma irregular, realmente afecta al rendimiento académico.

Repasar los temas antes de ir a dormir

Investigadores de la Universidad de Notre Dame demostraron en su investigación The Benefit of Sleep, the Cost of Wake, que los datos que se reciben antes de dormir son aquellos que se quedan mejor grabados en el cerebro.

Estos tips, además de que contribuyen a que tu hija o hijo mejore académicamente, prevendrán de malos ratos tu relación con ellos. La comprensión es primordial en momentos difíciles: comprende y trabaja en equipo con tu familia, de manera que las próximas generaciones no recuerden como experiencias difíciles, aquellas relacionadas a las tablas de multiplicar o a las lecciones escolares que les tomó tiempo aprender.

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