Seis razones por las que está bien que tu hija juegue fútbol

Debido a creencias culturales de antaño, hay quienes aún piensan que el futbol no es para mujeres. Pensar así es un error tremendo. Aquí te decimos por qué está genial si tu hija quiere jugar fútbol.

No sé si fue debido a que intuía que a mi madre no le gustaría la idea de que yo jugara fútbol lo que me llevó a dedicarle mis años de secundaria y preparatoria. La adolescencia es esta etapa en la que los jóvenes buscan reclamar su autonomía aunque esto a menudo se materialice con decisiones contrarias a las de sus padres, como fue mi caso. Pero a todo esto, mi mamá que siempre impulsó mis actividades artísticas y deportivas cuando niña, ¿por qué no quería que yo jugara fútbol?

Los motivos tienen que ver con un problema enorme y cultural. Rebeca Quinteros escribe en su investigación Guía metodológica para la enseñanza de fútbol a las niñas de 10-12 años (…) que: “ Históricamente (la mujer) ha sido definida como un ser que debe expresar delicadeza, es tildada como la muñeca, el adorno incapaz de realizar actividades rudas. Por ejemplo, en cuanto al fútbol, se dice que es un deporte de choque, de fuerza, y que las mujeres no cumplen con las características físicas para llevarlo a la práctica de manera competitiva. Este condicionamiento ha hecho que el hombre tenga supremacía en el desarrollo de sus habilidades físicas frente a la mujer.” 

Si bien mi mamá no era defensora de este mito social, sí lo replicaba inconscientemente, temiendo que tanto mi apariencia ante los demás como mi salud física se pusieran en riesgo. Sin duda, el principal motivo por el que las madres y los padres se la piensan varias veces antes de animar a sus hijas a jugar fútbol es porque relacionan este deporte con golpes y accidentes peligrosos que pudieran afectar su integridad.

Es cierto que el fútbol es un deporte que involucra potenciales peligros por el uso del cuerpo, cuando no tiene que ser un deporte de corte rudo necesariamente. En este sentido, no se aleja demasiado de los riesgos físicos que deportes como el ballet o el volleyball pueden acarrear a quien los practica, por lo que podemos sospechar que la resistencia se trata, sobre todo, de un tema cultural. 

La investigación que mencionamos destaca una repercusión importante que genera el problema anterior: “La falta de apoyo, patrocinio y difusión del balompié femenino obedece esencialmente a la creencia o imaginario que tiene la sociedad de que el fútbol es un juego para hombres y que la mujer que lo practica pierde su feminidad, se vuelve brusca, agresiva o que es poco femenina, conllevando así a una discriminación de género para esta actividad deportiva.” 

Y lo traemos sobre la mesa porque el hecho de que hoy en día resulte todavía una hazaña que una niña o una mujer se proponga desde jugar fútbol hasta ser futbolista, tiene que ver con los estigmas que sobreponemos a este asunto desde que ellas son pequeñas. Esto es lo que impide que sean introducidas a esta actividad durante su desarrollo o lo que hace que se les nieguen la oportunidad, cuando son ellas quienes salen con la iniciativa.

Cuando una niña o un niño juegan fútbol, están ejercitando más que sus cuerpos. Ahora te decimos seis razones por las que tu hija debería de jugar fútbol, mientras también por qué sostenemos que el paradigma acerca de las niñas y el fútbol debe cambiar. Para hacerlo, seguimos la guía de Andrés París, pedagogo especialista que ha dividido las razones en ventajas deportivas y sociales, a lo que nosotras llamaremos físicas y emocionales:

Físicas

1. Aprenden resistencia 

Los entrenamientos de fútbol ponen a prueba la resistencia de sus jugadores. Hablamos de una resistencia física, al ejercitar sobre todo el tren inferior del cuerpo: piernas, cadera y abdomen; mientras también resistencia mental. 

La constancia y disciplina en el fútbol harán que las niñas ganen masa muscular (músculos torneados, no anchos como erróneamente se cree), mientras entrenan a su mente también para conseguir sus objetivos.

2. Adquieren agilidad

Los patrones motores básicos se ejercitan todo el tiempo al jugar fútbol. Esto quiere decir que la destreza motora de las niñas todo el tiempo es puesto a prueba. Así juegue de portera o de media cancha, su capacidad de advertir qué movimientos tiene que hacer para llegar al balón le ayudarán a ser flexible y hacer que su cuerpo actúe de inmediato. 

3. Se mantienen en forma y cognitivamente despiertas

El ritmo de entrenamientos es más que lo necesario para que mantengan un cuerpo sano y liberen el estrés. Al tratarse de un deporte rápido, son muchos los estímulos que se deben de atender, como el balón, el espacio, la compañera, el propio cuerpo, por lo que la atención y presencia mental se ejercita invariablemente.

Emocionales 

4. Aprehenden valores

La amistad, confianza, solidaridad, sororidad, empatía, responsabilidad y trabajo en equipo son valores que se llevan a prueba en cada entrenamiento y torneo. Una niña que forma parte de un equipo de fútbol reunirá el ejercicio de estos valores para su desarrollo emocional y madurez afectiva. 

5. Desarrollan su comunicación

La comunicación dentro y fuera de la cancha con el equipo es hasta más importante que ser talentosa para el fútbol. De manera que los malos entendidos, roces o peleas no se postergan y esto ayuda a que las niñas desarrollen herramientas comunicativas para la confrontación sana. 

6. Impulsan su autoestima

Cuando notas que empiezas a mejorar en el campo de juego, que el equipo reconoce tu esfuerzo o la entrenadora aplaude tu talento, tu autoestima crece inevitablemente. El fútbol es un deporte donde siempre habrá áreas de aprovechamiento o crecimiento, es por esto que el límite sólo lo pauta el trabajo de cada jugadora. 

Después de este repaso al que podemos sumar muchísimos elementos como el sentido de identidad y hermandad que te da pertenecer a un equipo femenil o la emoción que desata meter un gol, ¿te dieron ganas de ver a tu hija jugar fútbol?

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