¿Cuáles son los principales tipos de terapias psicológicas para tus hijos?

No basta con llevarlo con el terapeuta. También es importante saber qué técnica es la más adecuada para conducir a tu hijo hacia su pleno desarrollo psicoemocional.

En el artículo ¿Cuándo sí y cuándo no es necesario llevar a mis hijos a terapia? hemos revisado en qué casos es pertinente que los niños asistan a terapia psicológica, ahora vamos a contarte cuáles son los principales tipos de terapia que los especialistas pueden abordar para promover el bienestar de tu hija o hijo. Como preámbulo, hay que tener en cuenta que a pesar de que personalmente consideremos que una terapia es mejor que otra, la elección del tipo de terapia a la que asistirán los pequeños, tendrá que ser evaluada según sus necesidades.

El psicólogo infantil te apoyará para determinar la mejor opción, según aspectos como su historial médico, sus conductas, capacidad intelectual, nivel de desarrollo, habilidades sociales y de comunicación. La Universidad Internacional de Valencia en un texto titulado Psicoterapia infantil: principales modelos en la actualidad, evalúa tres elementos como puntos clave que permiten el éxito de cualquier modelo de terapia para niños:

1. El juego

El mundo de los niños es desarrollado y descubierto a través del juego, por lo que basar las terapias en actividades lúdicas es un potenciador del trabajo psicológico. Como describe el texto que mencionamos: “Los especialistas en psicología infantil tienen la preparación suficiente para interactuar con sus pacientes de corta edad mediante el juego, detectando sus traumas y ayudándoles en su resolución. Desde el juego se pueden trabajar los distintos aspectos terapéuticos y aplicar los aspectos básicos de los principales métodos psicológicos.”

2. La implicación de la familia

Sin olvidar que como padres no tenemos la posibilidad de resolver sus conflictos personales, sí podemos contribuir a la resolución participando de su terapia. Según el modelo de terapia, cambiará la sugerencia de cómo participar, pero los especialistas sugieren que siempre exista una implicación directa de los padres, tanto para conocer los avances como para reajustar sus propias conductas.

 3. Diferenciación de objetivos

Como un equipo de dos partes, tú y tus hijos, van a tener tan diferentes perspectivas como expectativas sobre la terapia, por lo que será necesario que haya espacio de respeto para no imponer o descalificar una sobre otra. El terapeuta también tiene la tarea de conciliar estos puntos de vista para continuar el trabajo exitosamente.

Principales modelos de terapia

Estos puntos como pilares nos dan una buena idea de qué debe sostener la terapia infantil y qué requiere de ti como padre. Ahora te mostramos los principales modelos de terapia para tus hijos.

Toma en cuenta que algunos especialistas pueden diseñar una terapia particular a tu hija o hijo en donde intervenga más de uno de los modelos que enseguida mencionaremos. Lo ideal es que además de la sugerencia del especialista, puedas platicar a grandes rasgos con ellos sobre la terapia que están eligiendo para prevenir cualquier resistencia. 

Será muy importante que observes su evolución muy de cerca, sea cual sea el modelo que escojas, pues encontrar la terapia adecuada puede ser cuestión de prueba y error. Es momento de elegir, te deseamos mucha asertividad.

Terapia familiar y de parejas

Apropiada para cuando el problema central se funda en las relaciones familiares. Los especialistas en esta terapia tratan trastornos emocionales y mentales sobre todo dentro del contexto de las familias y sus sistemas.

Terapia de juego

A través del juego se crea una atmósfera segura para que la niña o el niño se exprese y busque soluciones a sus problemas. Esta terapia es ideal para los más pequeños.

Cognitivo- Conductual

Se basa en la idea de que los trastornos psicológicos son producidos por pensamientos disfuncionales, alejados de la realidad. Estos pensamientos generan conductas nocivas en el paciente que pueden ser desaprendidas, por lo que esta terapia busca modificar esos esquemas de pensamiento.  Los especialistas cognitivos-conductuales suelen tener mucha demanda de pacientes por tratarse de una terapia práctica, que atañe puntualmente a los problemas y manifiesta resultados rápidos. 

Psicoanálisis

Este tipo de terapia se basa en que los niños, las personas en general, desconocen los factores que impulsan tanto su comportamiento, como sus sentimientos. Es intensivo e incluso se le puede dar seguimiento de por vida, pues no existe un seguimiento puntual de los conflictos particulares, sino de la generalidad de los problemas y patrones de pensamiento. El terapeuta genera una atmósfera cómoda para el paciente y le acompaña acotando sólo si es muy necesario, algo sobre su propia exploración en el monólogo comunicativo. No es una terapia desarrollada especialmente para los más pequeños, pero en algunos perfiles puede ser útil.

Neuropsicológica

Está desarrollada especialmente para los niños que sufrieron algún tipo de lesión cerebral o tienen alguna disfunción del sistema nervioso (traumatismo craneal, por ejemplo).

Gestalt humanista

Pone la relación terapéutica como herramienta de cambio. Es decir, que mediante la relación del niño con el terapeuta, este tendrá prueba de autenticidad, comprensión y aceptación; podrá formarse a través del otro y mostrarse tal cual es.

Terapia asistida con animales

Se basa en la interacción directa del niño con animales que reúnen aspectos específicos con la intención de que el niño se desarrolle de manera afectiva, social y cognitivamente.

Hay que exigir de esta terapia evaluaciones constantes y un diseño de dónde partir, pero resulta muy útil si entendemos que muchas veces el amor, la compañía y la ternura son curativas.

Para terminar de leer:

Tipos de terapia psicológica, R&A Psicólogos

Peg Rosen, Tipos de ayuda emocional disponible para su hijo, Understood

Pedro Oropesa et al., Terapia asistida con animales como fuente de recurso en el tratamiento rehabilitador, Medisan, 2009.

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