¿Más contras que pros del sistema tradicional de enseñanza?

Una reflexión histórica y social que busca entender por qué educación tradicional, pese a sus enormes ventajas a nivel masivo y de estandarización, justamente por eso mismo no es el mejor método de enseñanza.

Recordemos los días de escuela. El salón de clases lleno, con sus mesas, bancas o pupitres en filas perfectas, un reloj de pared con el tiempo detenido, un enorme pizarrón verde y un sobrio escritorio de frente a todos, como una torre de vigilancia. En los mejores de los casos, el aula de estudio de tu infancia tenía ventanas, estantes con libros o percheros y material visual en los muros. Todos uniformados, iguales, repitiendo al unísono las tablas de multiplicar.

Hay quienes creen que el sistema tradicional está obsoleto: es ineficaz, predecible y poco estimulante. ¿Pero por qué se piensa así, si nuestros padres y abuelos aprendieron de este modelo? ¿Es verdad que la escuela tradicional ha desperdiciado talento y potencial durante más de dos siglos? 

Parece más justo pensar en los pros y en los contras del modelo educativo tradicional desde el presente y también desde el contexto histórico y social de su origen (la era industrial). Evaluemos pues al primer modelo de enseñanza con parámetros actuales —considerando las nuevas tecnologías, los avances en estudios pedagógicos y la transformación de la sociedad—, y justifiquemos sus aspectos negativos conociendo un poco la historia de la educación.

Repasemos brevemente la historia del modelo educativo de enseñanza y consideremos que sus métodos eran acordes al tiempo en el que se implementaron y que actualmente son una alternativa, bajo condiciones específicas de enseñanza. 

En términos generales, el sistema tradicional de enseñanza comienza a desarrollarse a mitad del siglo XVIII, con la institucionalización de la educación. Antes no había lo que hoy conocemos como sistema escolar, (grados académicos, facultades, programas de estudio, etc.). Tampoco existía un campo disciplinar en torno a la enseñanza, como lo son las ciencias de la educación y la pedagogía, según el texto de investigación La institucionalización de la educación como campo disciplinar de Claudio Suasnábar.

Ya que la gran mayoría de los niños y jóvenes de aquella época eran de la clase trabajadora, un solo profesor tenía que educar a una gran cantidad de alumnos al mismo tiempo, en lugar de que la educación, la alfabetización y el aprendizaje se limitara a la clase alta. Este tipo de “educación de masas” se basaba en la acumulación de conocimiento, que es la memorización y repetición de los datos de temas universales; ideas e ideales nuevos con relación a la ciencia y la filosofía, ya no sólo información de carácter católico. 

PRO 1: Masificación

Los fundamentos básicos del sistema educativo tradicional están diseñados para que el conocimiento llegue a toda la población. Su eficacia en grupos grandes de estudiantes es ideal si, por ejemplo, se quiere enseñar a leer y escribir a toda una comunidad de bajos y medios recursos. 

PRO 2: Orden

La impartición de clases de este modelo es de tipo magistral (el maestro expone el tema y los alumnos escuchan y toman nota), lo que significa que los alumnos reciben información durante más de cuatro horas diarias. Esto aseguraba un tiempo efectivo para transmitir información, es decir, un horario de aprendizaje. 

CONTRA 1: Memorización

La memorización de conocimiento no significa la compresión de éste. No es un aprendizaje profundo, y los ejercicios y exámenes están diseñados para evaluar cuánto se retiene, más no cuánto se comprende. También, el resultado de las evaluaciones se entiende como responsabilidad del profesor; es decir, refleja su supuesto nivel de conocimiento. 

CONTRA 2: Obediencia

Los valores de la industrialización, producción y control en masa también se reflejan en el sector educativo al configurar un sistema lleno de instrucciones y recompensas por obediencia.

Fue en el siglo XIX cuando se consolidaron los sistemas nacionales de escolarización: la estricta formación y certificación docente, las leyes y reformas y las etapas educativas. Para ese entonces, ya era una orden la escolarización de todos los niños y jóvenes de la sociedad, incluyendo también a las mujeres. 

PRO 3: Democratización

La historia de la educación como sistema comienza implementando lo que hoy se conoce como la escuela tradicional, la cual considera la enseñanza básica como obligatoria para todos los niños y niñas de la sociedad. Importantes pensadores de ese entonces divulgaron la teoría de que todos tienen la misma capacidad para aprender, por lo tanto la educación ya no estaría limitada a la clase social o al género.

El sistema educativo comenzó a ser público, es decir financiado y controlado por el Estado para lograr el desarrollo de la modernización nacional y también para que el pueblo sea útil en producir y operar. 

CONTRA 3: Restrictividad

Los planes académicos son diseñados en función de los propósitos y criterios del Estado, lo que significa que las materias y los contenidos son específicos y restringidos.

CONTRA 4: Estandarización

No hay autonomía de aprendizaje, a pesar de que cada persona aprende en tiempos y formas diferentes el sistema estandariza los procesos de aprendizaje, considerando las diferencias como fracaso. Según ABA España, asociación para el fomento de la enseñanza, en los Seis problemas de la enseñanza tradicional: “Es un sistema completamente estandarizado donde cada niño debe aprender lo mismo y al mismo tiempo que todos los demás. Esto no respeta el hecho fundamental de que todo ser humano es único. Todos los niños tienen pasiones e intereses diferentes, y la clave para la realización de la vida es encontrar tu pasión. […] Pareciera que no hay espacio en el sistema de enseñanza tradicional para las preguntas más importantes en la vida de un niño: ¿En qué soy bueno? ¿Qué quiero ser en la vida? ¿Cómo encajo en este mundo?


Es imperativo que las teorías y los métodos educativos se ajusten a la contemporaneidad de los niños y jóvenes. Es momento de que la educación se convierta en lo que hoy por hoy no es, salvo raras excepciones.

La educación de hoy en día se tiene que basar en la generación de conocimiento profundo, en apoyar potenciales y talento y en la cultura digital. Lo más importante es incentivar el gusto al aprendizaje, la creatividad y la imaginación de los alumnos. El fracaso escolar, las deudas de conocimiento, el abandono temprano, la depresión de profesores, las dificultades para la inserción laboral y la general desmotivación a la escuela, se debe, entre otras cosas, a que el método de enseñanza vigente está caduco para el mundo actual. 

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