6 pros y 5 contras del sistema de enseñanza constructivista

Uno de los favoritos en las apuestas de la enseñanza es el método constructivista y quisimos saber por qué. Enumeramos sus pros y sus contras.

Hicimos este análisis basándonos en los artículos de reflexión Pensar pedagógicamente desde el constructivismo y su continuación, Pensar pedagógicamente, de nuevo, desde el constructivismo, de la Doctora en Educación Claudia Lucía Ordónez.

Pequeña aclaración antes de empezar: El proceso de aprendizaje, un concepto clave del método constructivista.

El sistema constructivista es el proceso de construcción de conocimiento, pero ¿cómo se construye un conocimiento? A través de un proceso de aprendizaje que se basa en conocimientos anteriores (la experiencia) y en conocimientos nuevos; es decir, en conexiones de sentido entre la información nueva y la ya existente. Para que el conocimiento se construya, todo lo que se aprende debe de abrir paso a un aprendizaje nuevo. Todo lo que se aprendió debe aparecer de nuevo y se debe conectar a otros conocimientos en situaciones diferentes repetidamente. 


PROS

1. Se aprende desde la experiencia

El constructivismo se ocupa de abordar los contenidos educativos a partir de experiencias que les permitan a los alumnos desempeñarse en contextos posibles, dentro y fuera del salón de clases. El conocimiento se construye con práctica, con éxitos y con fracasos, y no sólo con información teórica y de contenido. Por ejemplo, hacer reportes de lectura es una práctica recurrente en la escuela; el estudiante estará construyendo a cada entrega el conocimiento sobre los reportes de lectura y cómo hacerlos correctamente  porque ya cuenta con experiencia y comprensión de este aprendizaje. 

“El constructivismo nos hace mirar nuestros propios, auténticos procesos de aprendizaje. Esos que han producido en nosotros capacidades perdurables, siempre en desarrollo; […] Y nos hace recordar que probablemente nadie nos ayudó a ‘aprender’ primero la teoría sobre la cual se basan esas capacidades. Ésa la aprendimos y la entendimos realmente, en la acción de tratar de hacer cualquiera de estas cosas cada vez mejor”. Claudia Lucía Ordónez en su artículo de reflexión Pensar pedagógicamente, de nuevo, desde el constructivismo, de 2006.

2. Alumnos más motivados

El profesor, con el apoyo del plan de estudios y la escuela, “puede diseñar experiencias —menciona Ordóñez— por medio de las cuales quienes aprenden realmente deban buscar el conocimiento que se necesita para enfrentarlas y solucionarlas; experiencias que no tengan una sola respuesta; que se presten para la discusión; para el ‘ensayo’ de diferentes formas de solucionarlas; para la búsqueda del conocimiento necesario; para su verdadera construcción por parte de cada aprendiz”..

3. Los alumnos tendrán más conocimiento y seguridad al elegir su carrera profesional

El constructivismo permite que los alumnos entiendan más temprano en qué consisten, en términos generales, las diferentes licenciaturas porque tienen acercamientos más reales con sus prácticas a lo largo de sus estudios básicos, y esto les genera mayor sentido a lo que se hace y aprende en cada camino profesional.

4. El aprendizaje de un conocimiento nunca se acaba

Como el proceso de aprendizaje es un constante ensayo de un concepto, tema o habilidad, éste no tiene fin. Siempre se presentará la experiencia para entenderlo mejor, cambiando comprensiones por otras más efectivas.

5. La responsabilidad del estudiante de su propio aprendizaje

El profesor es una fuente importante de conocimiento (ya no es la fuente principal de información, pero sino un agente clave en el proceso) pero el estudiante tiene la responsabilidad de contemplar diferentes medios de información y experiencias para seguir aprendiendo. 

6. El aprendizaje es social: se aprende con otros y de otros

También el alumno aprende de los compañeros de clases, de sus pares: “La construcción de aprendizaje es individual y produce resultados visibles en desempeños individuales, pero el proceso ocurre naturalmente y se estimula en la interacción con otros y en la producción en colaboración con otros. Los demás son parte importantísima del medio en que se desenvuelve quien aprende y, por ende, de su aprendizaje permanente”, menciona Ordóñez sobre la interacción social. 


CONTRAS

1. Los ejercicios prácticos sustituyen a las experiencias directas

Puede pasar que las clases de los profesores sólo partan de ejercicios prácticos, por cuestiones de logística, material y presupuesto, pero que éstos distan mucho de la experiencia real. Esto ocasiona que el alumno no desarrolle plenamente su proceso de aprendizaje.

2. Falta de motivación

Según los profesores y pedagogos, en ocasiones es difícil hacer que los alumnos investiguen y lean para adquirir conocimientos previos sobre los cuales trabajar en clase. La habilidad y competencias en un tema depende de la ambición y compromiso del estudiante.

3. Poca actividad por parte del alumno en los ejercicios prácticos

Según Ordónez, la mayoría de las prácticas parten de situaciones ficticias, casos hipotéticos, problemas diseñados intencionalmente para el tema y que sea posible encontrar una respuesta. Esto delimita el aprendizaje empírico del alumno porque sólo sigue instrucciones y completa pasos. En las clases de laboratorios o talleres, los experimentos e instalaciones son prefabricados; preparados para obtener resultados previsibles.

4. El sistema educativo

Para ser fiel al sistema constructivista, es necesario aplicar procesos en el aprendizaje, pero los tiempos del sistema educativo no permiten que esto ocurra para cada uno de los conocimientos.  

5. Sistema de evaluación

Como no es posible aplicar plenamente los procesos en cada aprendizaje, entonces la evaluación para cada proceso no existe. “Es necesario evaluar en diversos momentos del proceso para observar cómo va el aprendiz en su camino de aprendizaje. No esperar productos perfectos, y menos antes de que el aprendizaje deseado se maneje como proceso. Por ejemplo, si esperamos que los estudiantes de medicina aprendan a recibir humanamente pacientes ambulatorios y a practicarles un examen general, tenemos que ponerlos repetidamente en situación de hacerlo y evaluar su comportamiento hasta que logren ajustar la forma mejor de lograrlo” (Ordónez en Pensar pedagógicamente, de nuevo, desde el constructivismo).


Independientemente de su medición en pros y contras, el constructivismo como herramienta educativa es eficaz en tanto el compromiso docente y alumno. Como todo modelo y teoría educativa, depende de muchos factores en la práctica para que su propuesta pueda tener los resultados esperados; éxitos sencillos, pero muy importantes en el desarrollo educativo y social: que el alumno aprenda, esté motivado, tenga confianza de lo que sabe y siga generando conocimiento.

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