El vértigo que los papás sienten cuando sus hijos empiezan a descubrir su sexualidad es proporcional a la manera atropellada en la que se ha configurado la educación sexual para nosotros durante tantas generaciones. Como adultos identificamos lo relevante de hacer un buen abordaje de este tema para el desarrollo de nuestros niños y los niños alrededor, pero las herramientas sobre sexualidad que tenemos como sociedad están desdibujadas.
¿Recuerdas cómo fuiste descubriendo tu sexualidad?, ¿cómo hablaron contigo sobre este tema los adultos, los profesores? Para poder empezar, eliminemos todo aquello que no fue útil o bien encaminado para nosotros durante nuestra infancia y adolescencia. La sexualidad no es un tema que pueda aterrizarse de la noche a la mañana o en una sola plática, pero esto no es por su complejidad sino por el proceso de crecimiento que los niños atraviesan.
Lo mejor que puedes hacer para asegurar que tu hija o hijo tengan una buena educación sexual tiene que ver más con sembrar bases de confianza y seguridad en relación contigo y menos con el material didáctico que puedas consultar. Mostrarnos disponibles para hablar sobre cualquier cosa que se les ocurra o les esté pasando se logra tomando con naturalidad sus dudas, quitándonos la incomodidad y sobre todo, la idea de que están muy pequeños para saber más.
La naturalidad con la que puedas hablar con tus hijos sobre la sexualidad, será la manera en la que ellos vayan comprendiendo y relacionando emocionalmente el tema; por esto es necesario que antes de que empieces a hablar, seas tú quien más pregunte acerca de sus dudas. Una vez que tengas más claro la inquietud específica que tu hija o hijo te quiere comunicar, será sencillo responder puntualmente, sin dejar huecos en la respuesta ni dar información de más que quizá en ese momento no puedan incorporar. No tengas miedo, vamos a hablar de cómo puedes tener charlas de sexualidad con tus hijos en un rango que va desde los dos y hasta los 7-8 años.
No censures la sexualidad de la cotidianidad
No solo se trata de recibir las preguntas, sino también de aprovechar las oportunidades para hablar de puntos importantes sobre el tema. Cuando haya un evento que involucre su curiosidad y el tema de lo sexual, el cuerpo, lo reproductivo o lo afectivo, sé directo y no quieras abarcar todo de un momento a otro.
Si te pregunta: ¿Cómo se hacen los bebés?
Hablar de cosas generales va a fomentar que los niños puedan ser cada vez más específicos en sus preguntas. Puedes comenzar diciendo que hay distintas maneras y que se trata de un proceso biológico de muchos meses. A esto puedes responder que el cuerpo de una mujer y un hombre se unen para gestar un nuevo ser humano. Los especialistas actuales recomiendan abrir el panorama de esta manera, para que en el imaginario del niño puedan caber preguntas sobre la gestación u otras posibilidades propias de nuestra actualidad como la inseminación artificial.
Usa nombres propios
Por ejemplo, si utilizas los nombres reales de las partes reproductivas del cuerpo cuando bañas a tus hijos —no importa que tengan tan solo dos años—, ellos podrán tener un mejor conocimiento de su cuerpo e ir comunicando correctamente lo que sienten o si les duele algo.
Refuerza la idea de la intimidad
Algo que deberás tener muy en cuenta es la idea de lo íntimo y lo privado. Si tu hija o hijo han empezado a tocar sus partes íntimas, rasgo normal y presente en niños de tres a cinco años (o menos), puedes hablarles de que eso forma parte de la intimidad y que así como ir al baño, es algo que deben hacer solos, no en la presencia de otros adultos ni otros niños. Puedes apuntar que sus partes íntimas son muy delicadas y que deben de cuidar su cuerpo no utilizando otras cosas para tocarse. Entre más tranquilamente reacciones a estos momentos, tu niño podrá tener mejor relación con su cuerpo viéndolo como algo bonito, así como generará conciencia de que se trata de algo personal que no puede compartir mientras está en público.
Si te pregunta: ¿ustedes tuvieron sexo para tenerme?
Recuerda esperar a que tus hijos te expliquen de dónde viene su duda para poder responder más asertivamente. Estas preguntas puntuales asustan a cualquiera. No te preocupes, contesta que sí, que el sexo es algo que hacen los adultos y habla un poco de tu manera de ver el amor o de lo que sientes por tu pareja.
Refuerza la idea del consentimiento
Esto lo puedes ejemplificar cada que tu hija o hijo se suban a tus piernas, te jalen el cabello o hagan algo en relación contigo de lo que no te han preguntado. Sé firme diciendo lo que sí quieres o no quieres que hagan, para hablar de cómo nadie puede hacerles algo que ellos no quieran. Debemos ser muy enfáticos con que ningún adulto puede tocar su cuerpo porque sólo es suyo. Hablar aún más de que tienen que sentirse cómodos cuando están jugando con otro niños, también puede prevenir que no existan exploraciones que ellos mismos no desean.
Si te cuenta: tengo novio o novia
No te angusties, el concepto de noviazgo para los niños es distinto al de nosotros. Ayúdale a que se sienta segura o seguro de contarte sobre esta amistad especial. Que los niños se relacionen afectivamente con otros niños no significa que serán sexualmente activos, sino que a partir de ahí pueden aprender cómo relacionarse afectivamente. Es un buen pretexto para que tú les hables sobre lo bonita que puede ser una relación en donde ambos pueden sentirse ellos mismos, cómodos, queridos y cuidados.
Hablar de sexualidad con tus hijos no es alentarlos a tener sexo, sino por el contrario, a que tengan conocimiento de su cuerpo y sus afectividades para que el tema no se vuelva lo máximo en el terreno de lo desconocido. Poder sostener este tipo de conversaciones con los pequeños de manera que ellos no se sientan anormales por estar experimentando su propio crecimiento, deja la puerta abierta para que les acompañes en el proceso. Esto apenas comienza.
Para saber más:
Sexualidad en tiempos violentos, Organización Asesoría Educativa y Prevención
Educación Sexual Integral para charlar en familia, Programa de Educación Sexual Integral de Argentina.
Kenneth R. Ginsburg , Talking to your child about sex, Healthy Children Magazine.
Lindsay Kneteman, How to talk to your kid about sex: an age by age guide, Today´s parents Magazine.